Charli XCX y la expresión brutal del dolor femenino: qué hay realmente detrás de 'brat'
La artista británica trae el Sweat Tour al Primavera Sound 2025 de Barcelona junto a Troye Sivan

Charli XCX, invitada musical, interpreta "360" en el episodio 1871 de Saturday Night Live, emitido el sábado 16 de noviembre de 2024 / NBC
Tú lo has visto; todo el mundo lo ha visto: el color verde ácido, chillón, venenoso, casi neón, como si gritara desde la pantalla, del brat de Charli XCX.
La masterpiece de la británica ya pertenece a toda una generación y va mucho más allá de la reivindicación de la fiesta, la cultura rave y el caos vital: es una carta de confesiones, una catarsis sobre el dolor brutal de la posición social que ocupan las "girls": como amiga, como hija, como pareja, como icono, o simplemente “siendo solo una chica”, una expresión popularizada entre la Gen-Z.
Charli trae el Sweat Tour junto a Troye Sivan al Primavera Sound 2025 de Barcelona (que estaremos cubriendo en directo en LOS40) ante una multitud hambrienta de brat. “Una verdadera celebración de la amistad”, ha expresado la intérprete con anterioridad. Pero en mitad de los ritmos hyperpop, techno y UK garage, hay mucha verdad.
El panorama mediático se quedó con lo más brat de brat, una palabra que en castellano significa “niña mimada” o “malcriada”. Un término a través del que Charli se ha reinventado, cambiando su expresión artística, su imagen y su performatividad. Siempre que puede, la artista intenta transmitir desorden, diversión, intensidad, confusión. Pensar en ella es ver las luces de un club parpadear. brat es como "beber ron en un vaso del McDonald's" (esta frase del duo madrileño Natos y Waor es de lo más brat que tenemos en el panorama español, diría).

Charli XCX en la 67ª edición de los premios GRAMMY, celebrada en el Crypto.com Arena el 2 de febrero de 2025 en Los Ángeles, California / Gilbert Flores

Charli XCX en la 67ª edición de los premios GRAMMY, celebrada en el Crypto.com Arena el 2 de febrero de 2025 en Los Ángeles, California / Gilbert Flores
Pero lo que hace este trabajo tan significativo, lo que lo ha convertido en patrimonio social, es mostrar la cara B de toda esa sátira: tristeza crónica, incertidumbre, ansiedad, confusión, envidia, celos, rabia, narcisismo… y todo contado desde la vivencia de una mujer a la que el mundo no recibe como una rockstar, sino cuya posición social determina antes todo lo que ella es.
brat, un vehemente diario de supervivencia para las girls
Uno de los retos actuales a los que se enfrenta el arte sea quizá la desconexión de la realidad que viven sus consumidores. En un mundo marcado por la polarización, la desigualdad, la precarización, conflictos armados y crisis, en los iconos de masas cuesta ver la huella de esos elementos que atraviesan la vida de millones de personas.
En este sentido, la apuesta de brat es interesante porque pone sobre la mesa muchos elementos que caracterizan a la generación Z: la honestidad sin filtros, la cruda expresión del dolor, la ansiedad y la inseguridad; la sensación de fragmentación identitaria, reflejada en la lucha constante con la autoimagen y la presión social, especialmente a través de las redes sociales; la ambivalencia frente a la feminidad tradicional, cuestionando los roles y expectativas impuestas con una mezcla de rebeldía y vulnerabilidad; el rechazo a la perfección y a la estética pulida, apostando por lo crudo y lo imperfecto como forma de autenticidad; y la conciencia sobre la precariedad emocional y social, que se traduce en un cansancio existencial y en la búsqueda de espacios para expresar contradicciones internas sin censura.

Charli XCX en la 67ª edición de los premios GRAMMY, celebrada en el Crypto.com Arena el 2 de febrero de 2025 en Los Ángeles, California / CBS Photo Archive

Charli XCX en la 67ª edición de los premios GRAMMY, celebrada en el Crypto.com Arena el 2 de febrero de 2025 en Los Ángeles, California / CBS Photo Archive
Todo esto hace que brat funcione como un espejo sonoro que capta la complejidad y las tensiones que hoy en día están presentes tanto para los artistas como para la juventud que les seguimos y escuchamos.
Cada canción parece, en sí misma, un manifiesto de cada uno de estos sentimientos, incluso las que parecen más vacías de significado, porque la fiesta, el ruido y el descontrol también son formas de expresión y de existir.
Girl, so confusing es probablemente una de las canciones en las que más se nota la presión en el pecho al escuchar brat, una exposición incómoda de la rivalidad femenina desde la ternura y la duda —y es muy significativo que la cante con Lorde, que siempre ha sido la otra artista con la que han enfrentado a Charli durante su carrera—: “No sé si te caigo bien, a veces pienso que me odias, a veces siento que te odio, tal vez solo quieras ser como yo (...) Tú y yo, la misma cara de la moneda, a la industria le encanta gastar”, cantan ambas. Una canción que también analiza, en sí misma, el hecho de existir como mujer y las implicaciones que eso tiene desde niña: “Caminas como una p***a, cuando tenía 10 años alguien me dijo eso. Y es solo autodefensa, hasta que construyes un arma”.
La expresión de las emociones vinculadas en el imaginario colectivo a las mujeres puede encontrarse muy bien enmarcada en este álbum: Sympathy is a Knife a través de los celos, la autoestima y la necesidad de validación; Von Dutch, con la máscara defensiva de la inseguridad mediante la reivindicación del ego, algo muy presente en brat que también encontramos en 360; o I might say something stupid, con la autocensura y la ansiedad.
Incluso Apple, que es la canción protagonista del icónico baile viral, trata en realidad de la relación con la familia (algo que la propia artista ha confirmado): “Creo que la manzana está podrida hasta la raíz, por todas las cosas transmitidas, por todas las manzanas que vinieron antes. Parto la manzana en líneas perfectas y lo que encuentro es algo aterrador. Me dan ganas de simplemente conducir”, expresa.
Un elemento clave de la construcción de brat también es la oda a la fiesta como vía identitaria —y todo lo que ello implica, como el consumo de drogas—: un espacio de construcción y destrucción. Todo lo que quieras ser de fiesta, puedes serlo. Pero lo eres cada vez menos, cada vez peor, o todo es, de alguna forma, cada vez más complicado. Estéticamente y a nivel aspiracional, sin embargo, funciona. Elementos que se evidencian en tracks como 365 o Club Classics. Una celebración de la que existe una resaca emocional y nostálgica también patente en temas como Everything is romantic, o en party 4 u, que no pertenece a brat pero que la artista ha traído al presente lanzando el videoclip recientemente.
El componente “brutal” de brat no viene solo por sus letras, sino por sus ritmos rápidos, acelerados, unos bajos a punto de explotar, las luces fuertes, parpadeantes y punzantes. En definitiva, la base idónea para que Charli cante y berree sobre el escenario como si estuviera totalmente poseída. Así, se le da el toque final más puramente brat a brat: un estallido emocional que no distingue entre lo íntimo y lo colectivo, porque lo que se rompe por dentro también tiembla afuera.