Luis de Javier, el diseñador español que ha vestido a Lady Gaga, Beyoncé y Rosalía: “Me inspiro en las mujeres trabajadoras que no aceptan un ‘no’”

Luis de Javier (Sitges, 1996) se ha consolidado como una de las voces más potentes de la nueva generación de diseñadores españoles en la industria de la moda internacional.

Hijo de familia trabajadora, su pasión, claridad y una capacidad de trabajo arrolladora han sido clave para llegar a donde está ahora: vistiendo a artistas y celebrities globales, acumulando una larga lista donde podemos encontrar nombres como Beyoncé, Lady Gaga, Rihanna o Kim Kardashian, entre muchas otras.

Su estilo se caracteriza por ser una composición única de tres elementos clave: el folclore español, la estética rave y la inspiración en la cultura queer. “Para mí la comunidad es la familia que he escogido, algo muy, muy, muy importante para mí, que llevo en mi corazón y protegeré como si fueran mis hijos. Es lo que soy y lo que seré, por mucho que nos digan que algunos no existimos, yo voy a estar aquí para asegurarme de que se siga viendo”, explica.

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Algo que caracteriza la trayectoria del diseñador es un empeño desbordante, un multi-tasking experto que le ha llevado a abordar una amplia lista de obstáculos que, como en la mayoría de ámbitos laborales, están determinados por el lugar y situación de la que partes. “Tenía tantas ganas que me daban igual las noches sin dormir, era tan apasionante. No había nada que me parase”, explica el diseñador a LOS40 sobre la etapa más temprana de su trayectoria, al finalizar la universidad, cuando acabó su primera colección como trabajo de fin de curso. Todo empezó ahí y el resto es historia.

Inicios DIY ‘Do It Yourself’: de Sitges a Londres pasando por Vivienne Westwood

El mismo día de su graduación, se marchó a París, a “picar puertas”. Porque si algo tuvo claro desde el principio de Javier, es que todo lo que le viniera tendría que ir a buscarlo. “Yo decidí que tenía ‘x’ tiempo para conseguir lo que quería hacer, ya fuese trabajar para una marca grande o construyendo mi propia marca”.

Fue así como consiguió entrar en la icónica marca Vivienne Westwood. Primero en una posición de trainee, luego como modelo. “Iba tomando nota mental de todo, viendo cómo trabajaban ellos, cómo pintaban, cómo cortaban”, añade. Poco después, sintió que la prisa por hacer algo más le empujaba a marcharse a otro sitio. Rápidamente, descartó la idea de hacer un máster.

“Es carísimo, y lo que quería aprender lo podía aprender por mí mismo con la ayuda de personas a las que iba conociendo,” explica. “A la gente con la que quería hablar les invitaba a cenar o a comer y ahí que iba con mi librito de notas, les preguntaba cosas como que si volvieran a abrir su marca qué harían diferente, qué le dirían a su ‘yo’ de hace 6 años… La verdad que gente super maja, con muchas ganas de compartir y de sentir que estaban mentorizando a alguien”, explica.

Se fue a Londres a un estudio para mejorar sus aprendizajes de patronaje, lo que más le había costado hasta el momento. Compaginaba sus prácticas no remuneradas con varios trabajos a la vez. “Creo que hubiese tenido una vida muy diferente si viniese de familia adinerada, o hubiese tenido un inversor desde el principio. Muy diferente. Ayuda muchísimo tener ayuda, pero mírame a mí; no tienes por qué tener eso o pensar en no hacerlo porque no lo tienes”, explica.

De hecho, la acumulación de trabajo le ha llegado a pasar factura: “Desarrollé desorden de pánico y ansiedad después de mi [desfile] debut en Nueva York, fue tan intenso para mi cuerpo que hizo cortocircuito”, explica el joven diseñador. “Pues nada, es estar un poco más afuera de todas esas cosas, trabajarlas en terapia. Tienes que ponerte a ti y a tu salud primero, porque esto al final del día lleva tu nombre. Si tú no estás bien, esto no tira”, expresa.

Mucho esfuerzo después, apareció la oportunidad de su primer show. “Me llamaron de una agencia para mi primer desfile con tres diseñadores emergentes más. Lo único que eran 14 looks mínimo, y yo tenía solo los de mi graduación, pero me dijeron que ‘o 14 o nada’. Esto era un viernes, el desfile era el próximo sábado, entonces hice 8 looks en 6 días”, explica el creador. “Una locura, pero fue un día que marcó un antes y un después en mi vida. Me acuerdo que al acabar el desfile, estaba yo con las prisas, sudando, me torcí el tobillo con el tacón que llevaba antes de salir a saludar, y me agarró un amigo y me dijo: ‘Luis, hoy es el primer día del resto de tu vida’”.

Trabajar con estrellas globales: del apoyo de Julia Fox a vestir a Beyoncé, Lady Gaga o Rosalía

Tras crear su propia marca, no son pocas las celebrities que ya han vestido uno de los diseños de Luis de Javier. Desde el icónico corsé Toro negro impreso en 3D que vistió Rosalía para una de las covers de 'Motomami', que posteriormente también llevó Beyoncé, pasando por los imponentes customs para Lady Gaga en su reciente era Mayhem, el top verde de cuero que portó Kim Kardashian, un impresionante mono de encaje con el que posó Lisa (Blackpink), un espectacular bikini amarillo brillante con el que se ha fotografiado Cardi B… la lista no es corta, precisamente.

Y una curiosidad que la gente fuera de la industria de la moda no conocíamos: las superestrellas no siempre hacen fittings, no se prueban la ropa antes de llevarla, sino que muchas tienen dobles con sus mismas medidas.

“Los equipos de estilismo nos contactan y entonces los diseños se prueban después en una doble (...) Todas las superestrellas tienen dobles. Por ejemplo, Kim Kardashian no hace fittings. Las estilistas prueban la ropa con la doble, mandan fotos de cómo queda, y ella ya sabe lo que se va a poner”, indica.

En el mundo celebrity uno de los apoyos más especiales para Luis de Javier la modelo americana Julia Fox, que también es su amiga, y que sin duda representó un papel importante para su runway show debut en Nueva York durante la Fashion Week de 2023. El desfile se celebró en la antigua sinagoga de la Angel Orensanz Foundation, un espacio muy popular por albergar eventos previos de Alexander McQueen y Zac Posen.

“Hice una colección para Steven Klein y luego me fui a Nueva York para hablar con él con la campaña que yo había hecho, y empecé a sacar los looks en Instagram. Esa misma semana fui a cenar con Julia, me preguntó si iba a sacar una nueva colección, le dije que no porque no tenía pasta y me respondió: ‘mis cojones que no vas a hacer un show’”, recuerda el diseñador.

Y así fue. Las conexiones hicieron su trabajo, y a raíz de que Kylie Jenner vistiera uno de los diseños del artista, y la conexión con su publicista Kelly Cutrone, una conocida empresa de contenido erótico fue la alianza clave para celebrar el evento en el icónico lugar. Una de las imágenes más icónicas del desfile fue la de Fox con el corset de cuernos, demostrando una vez más la importancia del folclore en las creaciones del diseñador.

"Julia [Fox] me dijo: 'Mis cojones que no vas a hacer un show'"

—  Luis de Javier, diseñador de moda

Sus inspiraciones: el folclore, las bailaoras y las mujeres trabajadoras como su madre

“Estoy obsesionado con el folclore, con las siluetas, la tradición, la artesanía. Creo que las generaciones más jóvenes, o la gente más progre, tienen como un tabú con el folclore por los sistemas donde está construido. Que a mí me pasa igual, pero me parece muy interesante coger esto, ver la belleza de ello, tomarlo a mi manera y demostrar que se puede separar las dos cosas”, señala. “Cuando hice el desfile de París dije: ‘bueno, esta es la última ya, porque no voy a ser el diseñador que haga solo cosas españolas’. Pero luego, viendo las críticas, dije: ‘hostia, a lo mejor estoy haciendo algo diferente y hay que desarrollar más esta visión que tengo yo de España, desde mis ojos’”, añade.

¿Su mayor inspiración? Las mujeres del folclore, en las que se inspira a través de conversaciones con ellas. “Es un mundo muy machista, y escucharlas, saber de su historia, su vida, su trabajo, sus problemas, a qué situaciones se tienen que enfrentar a veces… es una cosa que me ha encantado. Qué emociones experimentan al actuar, qué colores visualizan, a qué huele ese momento, lo que odian del flamenco, de los matadores, qué tipo de relaciones tenían....”, explica.

Pero, ¿de dónde viene esa admiración por la figura femenina, y más, de mujeres trabajadoras, que empezaron desde abajo? “Mi madre es mi musa, me inspira muchísimo. Cuando ella se divorció, cogió las riendas y nos dio de comer, nos dio un techo y me dio la oportunidad de estudiar diseño. Ahí empecé a crear una gran admiración y amor por las mujeres. Me inspiro en las mujeres trabajadoras que no aceptan un ‘no’ por respuesta porque tienen que darle de comer a sus hijos. A partir de mi madre y mi abuela creé esa admiración”, expresa.

Luis de Javier sin duda está aportando a la industria global de la moda una mirada nueva y fresca. Además de él, otro diseñador español que el artista catalán destaca es Miguel Adrover, un trasgresor creador mallorquín. Ah, y si le pedimos un consejo para futuros diseñadores, la respuesta es clara: “Que le eche un par de cojones y para alante”.