El 'Banksy del Vaticano' se despide del Papa Francisco con un nuevo mural en las calles de Roma
Mauro Pallotta ha sido el encargado de despedir al Pontífice

El Papa Francisco en una obra de MAUPAL / Alessandra Benedetti - Corbis
En las primeras horas de la mañana, las calles de Roma se despertaron con una nueva obra de arte que ha capturado la atención de todos. El misterioso artista conocido como el 'Banksy del Vaticano', cuyo verdadero nombre es Mauro Pallotta, ha dejado su última creación en la calle Borgo Pío, muy cerca del Vaticano.
Este mural no solo es un tributo al Papa Francisco, sino también una despedida cargada de simbolismo y emoción. La obra, que ya ha comenzado a atraer a curiosos y admiradores del arte urbano, promete convertirse en un punto de referencia en la ciudad eterna.
El mural muestra un maletín de viaje del que sobresale una bufanda del equipo de fútbol San Lorenzo de Almagro, el favorito del Papa Francisco. A su lado, un flotador salvavidas y una regadera con un brote verde simbolizan los valores que el pontífice defendió durante su papado: la ayuda a los inmigrantes y el cuidado del medio ambiente. En el maletín, una palabra destaca: "Valores". Esta obra no solo es un homenaje, sino también un recordatorio de los principios que guiaron al Papa Francisco a lo largo de su vida.
Un legado artístico en las calles de Roma
Mauro Pallotta, conocido como Maupal, ha sido una figura constante en el panorama del arte urbano de Roma. Sus murales, a menudo efímeros, han capturado momentos clave del papado de Francisco, reflejando tanto su admiración por el pontífice como su habilidad para comunicar mensajes profundos a través del arte. Este último mural no es una excepción. Con su característico estilo, Maupal ha logrado encapsular la esencia del Papa Francisco en una imagen que habla de esperanza, solidaridad y compromiso social.
El mural, ubicado en una de las calles más transitadas cerca del Vaticano, ha generado un gran interés tanto entre los residentes locales como entre los turistas. La elección de los elementos en la obra no es casual. La bufanda del San Lorenzo de Almagro representa la conexión personal del Papa con su tierra natal, Argentina, y su amor por el fútbol. El flotador salvavidas es un claro símbolo de su constante defensa de los derechos de los inmigrantes y refugiados, mientras que la regadera y el brote verde subrayan su compromiso con la ecología y la sostenibilidad.
Un mensaje de despedida y esperanza
La palabra "Valores" impresa en el maletín es quizás el elemento más poderoso del mural. Resume en una sola palabra lo que el Papa Francisco representó para millones de personas alrededor del mundo. Su papado estuvo marcado por un enfoque en la justicia social, la paz y la dignidad humana. A través de este mural, Maupal no solo rinde homenaje al Papa, sino que también invita a todos a reflexionar sobre estos valores y a continuar luchando por ellos.
El impacto de esta obra va más allá de su valor estético. En un momento en que el mundo enfrenta numerosos desafíos, desde crisis migratorias hasta problemas ambientales, el mensaje del Papa Francisco sigue siendo relevante y necesario. El mural de Maupal sirve como un recordatorio visual de que, incluso en tiempos difíciles, los valores de compasión, solidaridad y cuidado del planeta deben guiar nuestras acciones.
El arte urbano como vehículo de cambio
El trabajo de Maupal es un ejemplo perfecto de cómo el arte urbano puede ser mucho más que una simple decoración. Sus murales han sido una forma de comunicación poderosa, capaz de llegar a una audiencia amplia y diversa. A través de su arte, Maupal ha abordado temas sociales y políticos, utilizando las calles de Roma como su lienzo y su voz.
Este último mural no solo es una despedida al Papa Francisco, sino también una llamada a la acción. Nos recuerda que todos tenemos un papel que desempeñar en la construcción de un mundo más justo y sostenible. Al igual que el Papa Francisco, Maupal nos insta a no perder de vista los valores fundamentales que deben guiar nuestras vidas.

Alba Benito
Periodista porque uso el teclado para algo más que jugar a videojuegos. Un día me colé en una fiesta...